Muchas son las variables a tener en cuenta a la hora de diseñar una instalación de iluminación comercial para un negocio o espacio comercial, valga la redundancia, ya sea público o de cualquier otra índole.
En contra de
lo que el gran público cree son muchos los tipos de luz que podemos emplear.
Así mismo, también es necesario estudiar otros muchos aspectos como potencias,
tipo de transformadores, temperaturas, color, etc.
Existen
variadas técnicas de merchandising que ayudan a estimular la afluencia de
público o aumentar las ventas en los establecimientos comerciales. Una sin
dudas relevante es el diseño y funcionalidad de la iluminación, ya que la luz y
las emociones mantienen una estrecha relación con la percepción.
El color de
las luces, además de su carácter funcional, también cumple un efecto
decorativo. Esto, aunado a lámparas llamativas, podría ser de mucha ayuda en el
ornamento del local, haciéndolo más atractivo para el cliente y más relevante
en el incentivo de la compra.
Una
iluminación dinámica tiene el poder de atraer a la gente. Hay sistemas de
iluminación que pueden dotar a cada tienda de un auténtico poder de mercado y a
la vez dar vitalidad a la marca.
Habitualmente,
gente sin conocimientos técnicos, a la hora de enfrentarse a una instalación de
iluminación, percibe los diferentes tipos de lámparas como fuentes generadoras
de luz, sin más. Esto es un error. Por poner un símil quizá demasiado
exagerado, sería como no diferenciar entre la multitud de tipos de
revestimientos cerámicos a la hora de elegir un acabado para el pavimento.
La elección
del tipo de luz depende del caso concreto y de las premisas a las que le
otorguemos mayor o menor importancia como proyectistas. Con esto queremos dejar
muy claro que no existe el Diseño Lumínico estándar que podamos definir
como plantilla o modelo a seguir.
Una vez nos
hayamos decantado por un tipo de luz o combinación de varios tipos continuamos
con el diseño.
En función de
la disposición o uso que le demos a una misma lámpara podemos conseguir
diferentes formas de iluminar. Me explico con un ejemplo: Con una lámpara
fluorescente compacta, conocida coloquialmente como “de bajo consumo”, ubicada
en una luminaria con un reflector que concentre mucho el halo de luz
conseguimos una iluminación puntual o de acento.
Una vez
elegida la fuente o tipo de luz y el modo de iluminar con ella, nos quedarían
por definir los últimos detalles. Para un mismo tipo de bombilla, en ocasiones,
podremos elegir entre diferentes casquillos o posibilidades de colocación, así
como variadas potencias en función del volumen a iluminar.