No existe ser en la tierra que no disfrute del
sabor de un helado. En verano o en invierno, este postre hace sucumbir hasta el
más duro de los mortales. El único problema es que cuando compramos uno de la
tienda nunca sabemos en verdad lo que están comiendo y la cantidad de azúcar
que estamos ingiriendo. Si buscamos una opción más saludable, los helados
artesanales son muy costosos. Entonces, ¿por qué no te animas a preparar el
tuyo en casa? Si eres un fanático del helado y quieres prepararlo desde casa,
no dejes de leer nuestra guía para comprar una máquina que haga helados que no
tengan nada que envidiarles a las más costosas heladerías.
Una de las principales ventajas de hacer tu propio
helado, es que podremos controlar exactamente los ingredientes que vamos a
añadir, minimizando el azúcar, así como algunos aditivos que puedan ser
perjudiciales para nuestra salud. Otras de sus ventajas son la facilidad y
versatilidad. No sólo podremos hacer helado sino también yogur helado, sorbetes
y una gran cantidad de recetas relacionadas en cuestión de minutos.
Para comprar una estas máquinas debes considerar
los diferentes tipos de heladera que existen en el mercado. Si sólo conocías el
clásico barril con la manivela de mano sigue leyendo y conoce todas las
variedades con las ventajas (¡y desventajas!) de cada una de ellas.
Heladeras con bol de congelador: Estas máquinas están
compuestas por 2 partes diferenciadas; por un lado, disponen de un bol de
congelador aislado que habrá que congelar antes de empezar a usar. Otra de sus
partes es una mezcladora que integra un motor; se adaptará a la parte superior
y se producirá el efecto deseado. Este tipo de heladera requiere de un tipo de
preparación especial; habrá que congelar el bol previamente, entre 8 a 24 horas
antes de usarla. Pero tienen la ventaja de que ahorraremos mucho con ellas.
Heladeras que integran el congelador: A
diferencia de la anterior, con esta máquina no habrá necesidad de enfriar
ningún bol. La máquina lo hará por ti y mientras lo hace, los diferentes
ingredientes empezarán a ser mezclados, logrando la textura deseada en
cualquier momento. Ahora bien, su desventaja recae en la cantidad de energía
que se requiere para su uso por lo que si no elegimos un modelo que consuma poco,
podemos llevarnos algún tipo de sorpresa cuando llegue la factura de la luz.
Máquinas para hacer helados tradicionales: La clave de apostar por
este tipo de heladera es que dispone de un congelador integrado que recibe
el nombre de compresor. Consigue que se enfríe la máquina de forma muy
rápida, por lo que también se suele usar también a nivel industrial, logrando
que los clientes no tengan que esperar tanto tiempo entre helado y helado.
Además, podemos conseguir toda una serie de sabores en muy poco tiempo.
Heladera clásica: Y terminamos con este tipo de heladera. Es
la más básica de todas las de la lista pero también la más económica. Para
utilizarlas habrá que ir añadiendo hielo y sal, logrando que se consiga la
consistencia y textura adecuada. Estas funcionan con una manivela, que bien
puede actuar de forma mecánica, o bien de manera eléctrica. Simplemente habrá
que girar el cubo y el postre será fabricado. Sin embargo, tienen el problema
de que hacer el helado puede ser un procedimiento algo laborioso, de unos 20 a
30 minutos más o menos. En el caso de que quieras comprar una de estas máquinas
no te recomendamos que te hagas con una opción manual sino más bien una que sea
eléctrica. De esta manera, no nos tendremos que complicar tanto la vida entre
vuelta y vuelta.
Máquinas de hacer helados portátiles: Son una buena opción para
cuando queremos hacer el helado en cualquier parte; por ejemplo, en nuestras
vacaciones de verano. Tienen la característica de disponer de unas dimensiones
muy ajustadas, por lo que es una buena opción para adaptarse a cualquier
condición de espacio. Además, su coste es muy ajustado, por lo que es una
opción más que interesante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario